¿Qué es el pH y cuáles son sus efectos en el organismo?

La sigla significa potencial de hidrógeno o potencial de hidrogeniones, el pH es una unidad de medida que nos muestra la acidez o alcalinidad en una solución acuosa y nos indica la concentración de iones de hidrógeno presentes en algunas disoluciones.

El pH se mide en una escala de 0 a 14, un valor de pH de 7 se considera dentro de la neutralidad. El nivel idóneo del pH en la sangre debe oscilar entre 7.35 y 7.45, el cuerpo humano hará lo que sea necesario para mantener este balance.

La contaminación atmosférica, los malos hábitos alimenticios y el estrés acidifican al cuerpo y alteran este pH, la sangre reacciona y roba los nutrientes que necesita del resto de órganos vitales para compensar el desequilibrio.

Cuando el cuerpo lleva a cabo sus funciones normales produce ácido. Si este ácido no se elimina o neutraliza la sangre se tornará ácida, esto puede llevar a desequilibrios electrolíticos en la sangre así también puede ocasionar problemas con el funcionamiento normal de algunas células.

El hábito de beber diariamente al despertar un vaso de agua tibia con limón ayuda a neutralizar los ácidos del organismo, agregar media cucharadita de bicarbonato a un vaso con agua también puede ayudar a mantener equilibrado el pH y a mejorar incluso los procesos digestivos.

A pesar de que el limón es ácido, dentro del cuerpo crea un efecto de oxigenación celular y alcalinización, el ácido cítrico es un gran alcalinizante. La acidez o alcalinidad se puede medir por medio de la sangre, orina o saliva. Una forma de medir tu pH en la orina es en ayunas al despertar hacer uso de tiras de colores usadas para estos efectos, dejaras correr el primer chorrito de orina y mojaras un poco la tira, en el momento podrás ver cómo cambia el color y podrás ir a la tabla para observar cual es la correspondencia entre el color y el nivel en el que té encuentras de la escala de pH.

Existen varias formas en que puedes mantener un pH más equilibrado, como por ejemplo bajar los niveles de estrés, hacer ejercicios aeróbicos que oxigenen tus células así también como prácticas de yoga y meditación podrán generar un estado de relajación y con ello mejorará sustancialmente las respuestas de nuestro organismo. Los minerales como el potasio, el calcio, el sodio y el magnesio forman reacciones alcalinizantes en el cuerpo y se encuentran principalmente en las frutas y las verduras. Una forma de generar desde dentro un ambiente más alcalino es el consumo de verduras y hortalizas verdes crudas ya sea en ensaladas o jugos, estos aportaran grandes beneficios, debido a su alta concentración de clorofila y minerales esenciales ayudan a eliminar toxinas de la sangre y órganos. Es por ello que mantener una dieta rica en fibras es de gran importancia.

Los alimentos que contienen hierro, azufre y fósforo como las carnes, lácteos, huevo y frutos secos son promotores de acidez. Todo alimento que en la escala del pH esté por debajo de 4.6 se considera acidificante y por tanto debe evitarse o consumirse con moderación. Los refrescos o bebidas carbonatadas, las bebidas energéticas, cereales de desayuno, azúcar y alcohol son altamente acidificantes, cuando consumes estas bebidas o alimentos tu organismo trabaja más para equilibrar el pH, esto resulta en un sistema inmune débil, agotado y es por ello que resulta más fácil para los patógenos entrar e instalarse dentro de nuestro organismo.

Mantener la acidez y la alcalinidad balanceada es clave para un buen funcionamiento de nuestro cuerpo.

No debemos asociar ácido como “malo” o alcalino como “bueno”, la nutrición según algunos expertos en el tema, como el Microbiologo Robert O. Young afirma que el adecuado balance en cuestión de alimentación está en consumir 80% de alimentos alcalinos y 20% ácidos para lograr mantener una salud óptima. Si elegimos más conscientemente podemos ir creando un ambiente más equilibrado en nuestro cuerpo y de este modo tener la energía y fortaleza inmunitaria para defendernos del deterioro celular
causado por los distintos agentes que agreden nuestra salud.

Las consecuencias de un pH ácido son muchas, fatiga o cansancio crónico, problemas en la piel, inflamaciones musculares o articulares, caída del cabello y debilidad en las uñas, calcificación de los vasos sanguíneos, disminución de las funciones del sistema inmunitario entre muchas otras cosas más. La salud está en tus manos, tú puedes elegir crear un nuevo cuerpo elaborado con materia prima de calidad recordando que somos lo que comemos, bebemos o untamos en nuestro cuerpo.

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